Daniel López Rosetti
“La diferencia sustancial entre un docente y Wikipedia está en la pasión. Uno tiene que tratar de encontrar esta comunicación emocional con los alumnos y en la docencia. El conocimiento hoy está al alcance de un clic. Por supuesto que hay que tener contenidos y conocimientos, pero a veces no es tan fácil transmitir qué es lo que uno siente con pocas palabras. Si somos una mezcla de emociones y sentimientos es porque compartimos todos las mismas sustancias en distintas proporciones”.
“La razón y la emoción juegan un papel protagónico en equilibrio, en forma dinámica y continua. Quizás sea más interesante decir en la escuela ‘lo sentiste bien’ en vez de ‘lo pensaste bien…’ Si analizamos cómo pensamos y cómo sentimos podremos darnos cuenta de la manera en que tomamos decisiones. La inteligencia parece ser algo racional, lógico y matemático. La emoción parece ser otra cosa. La inteligencia emocional mezcla ambos elementos, y dentro de ésta, que es la capacidad para percibir, comprender y regular nuestras emociones y la de los demás a través de la empatía, hay tres elementos: la percepción, la comprensión, y la regulación. Percibir en inteligencia emocional es categorizar una emoción. Si uno no sabe lo que siente o lo que siente el otro es analfabeto emocional. El analfabetismo emocional es la primera etapa de la inteligencia emocional, que es percibir”.
“Luego debo comprender por qué siento lo que siento; después comprender por qué siente el otro lo que siente y recién después vienen los mecanismos regulatorios. No se trata de controlar emociones sino de administrarlas, de gestionarlas, de regularlas”.
Especialista en clínica médica y cardiólogo universitario egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, López Rosetti se especializó en el diagnóstico y tratamiento del síndrome del estrés. Es profesor titular de la cátedra de Psicofisiología de la carrera de Psicología de la Universidad Maimónides; director del curso universitario de Medicina del estrés y Psiconeuroinmunoendocrinología clínica de la Asociación Médica Argentina, y coordinador del gabinete de Medicina del Estrés y Psicobiología del Hospital Central Municipal de San Isidro. Es presidente de la Sociedad Argentina de Medicina del Estrés (SAMES); miembro titular de la Asociación Médica Argentina; miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología, y de la Sociedad Española para el estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS).
Notas Relacionadas
¿Sobrevivirán las escuelas y los maestros?
“Aprender a leer, una tarea de gran complejidad”
“Influencers educativos”: ¿cómo transformarnos en docentes y adultos inspiradores?